«Que la musa te encuentre trabajando».
El pintor cubista Pablo Picasso tenía esa frase maravillosa y nosotros consideramos que así es como debe funcionar el proceso creativo, mediante un esfuerzo constante, intensivo y, sobre todo, divertido.
La creatividad para el marketer va de la mano con la perseverancia, la valentía, la paciencia, la entrega y la eficacia. Todo esto te llevará a construir una torre firme desde la que podrás alcanzar los sueños que proyectaste. Por eso, debes convertirte, antes que nada, en un ser incansable, una especie de aventurero en busca de la ciudad perdida, que se lanza a la selva esperando encontrar el tesoro.
Sketchbook
Pero, ¿qué es la creatividad?
Erróneamente se piensa que la creatividad es la facultad de crear algo nuevo; no obstante, estudios recientes de la psicología han demostrado que el ser creativo no se puede reducir a la “creación” sino más bien a la capacidad de transformación que tiene alguien sobre una situación específica y así, propone ideas eficaces para solucionar problemas. Esto quiere decir que ¡Todos somos creativos! Solo debes enfocarte mejorarlo cada día.
Piensa en la creatividad como un músculo que se entrena hasta llegar al cansancio extremo, pero es en ese momento cuando empieza a crecer. Al igual que haces ejercicio para verte físicamente más atractivo, el cerebro pide maquillaje: la inteligencia y la creatividad.
No tenemos la receta mágica de la creación, quizá nadie la tenga, pero podemos compartirte de nuestra experiencia, algunos aspectos que harán tu travesía más llevadera y te convertirán en una máquina de ideas:
Nota: no los apliques de forma lineal, permítete ser creativo en tu proceso… creativo.
Recomendaciones para el proceso creativo
1. Busca la musa
Si la montaña no va a Mahoma… tú eres el único que puede acelerar el encuentro entre tú y la creatividad. Para ello, comienza con abrir tus sentidos: escucha atentamente cuando vas en el transporte público ¿De qué habla la gente?; observa los comportamientos; analiza detalladamente sus necesidades y no pierdas el foco de la pregunta ¿Cómo hago la vida más fácil? Allí está la novedad.
2. ¿Qué pasaría si…? La pregunta mágica que ha creado los genios.
Piensa en el creador del teléfono mientras se preguntaba ¿Qué pasaría si me inventara un aparato que conectara con los demás sin necesidad de salir de casa? ¡Voilá! Permite a tu imaginación ir a esos terrenos del sueño, de lo irreal, desde allí podrás crear más cosas.
3. A la rueda, rueda…
¡Piensa como niño! Un chiquillo nunca tendrá problemas con la creatividad porque no se amarra. Dale una caja y tendrá un avión, un barco, una mascota y hasta una escotilla en plena guerra… A veces es necesario botar ese disfraz de adultos para que la musa nos considere más amables.
4. La primera idea no siempre es la mejor…
No te conformes con una primera impresión, siempre puedes exprimir la naranja hasta que te dé todo el zumo. Si en el camino te das cuenta de que no se puede sacar mucho, bótala y busca otras.
5. Conócete a ti mismo…
El filósofo Sócrates sabía de la importancia del conocimiento propio para cambiar el mundo. Tus fortalezas ayudan a mover la vida, pero el reconocimiento de tus debilidades te permitirá convertir eso aparentemente negativo en algo muy bueno.
Haz una pequeña pausa antes de continuar con los últimos 5 pasos mientras te preguntas: ¿Cómo puedo aplicarlos a mi proceso individual?
Proceso creativo
Ahora sí, continuemos.
6. Reinvéntate
Si una idea te funcionó una vez, maravilloso. Pero, debes pensar que el mundo está en constante actualización y conservar cierta terquedad puede llevar al hundimiento de tu proyecto. No tengas miedo a probar cosas nuevas que te ayuden a volverte más versátil y apto para todo tipo de actividades. En la variedad está el placer, ¿no?
7. No hay ideas tontas, hay tontos que no las cuentan.
Esto me decía una profesora en la universidad. Es muy cierto. Aquella idea que parezca minúscula y sencilla, puede tener un potencial gigante. No pienses solo en lo que te gustaría a ti, afuera hay un mundo gigante que te valorará por esa idea que tú desechaste antes de darle una oportunidad.
8. Pasito a pasito…
Todos alguna vez hemos querido tapar el sol con un dedo, cuando debemos aprender a disfrutar los rayos que nos ofrece. Pues bien, no te mates con ideas muy grandes, muy generales: divide el problema en pequeñas partes que te permitan llegar a construir algo enorme. Recuerda siempre: un sueño debe ser un proyecto, el proyecto tiene metas y las metas, objetivos… comienza cumpliendo esos objetivos y cuando menos pienses estarás dentro de tus anhelos.
9. Lánzate al agua:
¿Te acuerdas cuando comenzaste a nadar? Tus padres o tu instructor te dijeron ¡Tírate! Y tú con cierto miedo lo hiciste. ¿Acaso así no funcionan las estrategias de marketing? Debes ponerlas a circular, mostrar tus ideas, corregirlas sobre la marcha, optimizar los resultados. El proceso creativo requiere de gente que sea arriesgada y tenaz, estamos seguro de que tú perteneces a ese grupo.
Si todo esto no funciona…
10. No le temas a la frustración
La creatividad puede ser la madrastra de Cenicienta del marketing digital, pero recuerda que solamente de esas malas experiencias aprenderás a fortalecer los procesos. Ninguna persona exitosa lo ha sido sin tener periodos de dificultades, lo son porque supieron continuar a pesar de que todas las circunstancias que no les favorecían.
En últimas, el proceso creativo, unido a la innovación, no es lineal. Ni siquiera circular. Demás que ni forma tiene. Lo importante es que tú como emprendedor, puedas encontrar tu propia ruta para la creación y dominar un mercado importante. ¡Nosotros te damos unas pautas, el resto depende de ti!
Bocetos
¡Porque queremos conocerte más! Cuéntanos tus experiencias en el proceso creativo y qué haces cuando la musa no te acompaña.
Originally posted 2019-04-11 16:00:11.